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Si cada mes sientes que el dinero desaparece sin saber en qué, probablemente
el problema no sea cuánto ganas, sino cómo administras lo que tienes. La
mayoría de los mexicanos no lleva un control real de sus gastos, y eso es
justo lo que complica ahorrar o evitar endeudarse. Entender la diferencia
entre gastos fijos y variables puede parecer algo básico, pero es el primer
paso para tomar el control de tus finanzas personales.
Cómo tus gastos fijos y variables pueden transformar tus finanzas personales en México
Si cada mes sientes que el dinero desaparece sin saber en qué, probablemente el problema no sea cuánto ganas, sino cómo administras lo que tienes. La mayoría de los mexicanos no lleva un control real de sus gastos, y eso es justo lo que complica ahorrar o evitar endeudarse. Entender la diferencia entre gastos fijos y variables puede parecer algo básico, pero es el primer paso para tomar el control de tus finanzas personales.
Por qué es importante saber en qué se te va el dinero
Cuando mezclas todos tus gastos sin clasificarlos, pierdes la noción de cuánto puedes gastar realmente. Por ejemplo, no es lo mismo pagar la renta (algo fijo que debes cubrir cada mes) que salir a comer fuera o comprar ropa (gastos variables que dependen de tus decisiones).
El problema es que muchos mexicanos tratan todos los gastos igual, y eso genera confusión. Terminan usando la tarjeta de crédito para cubrir cosas básicas, o pidiendo un préstamo personal para salir del apuro. Pero si entiendes qué parte de tu dinero está comprometida y cuál puedes ajustar, la historia cambia por completo.
Qué son los gastos fijos y cómo controlarlos
Los gastos fijos son los que se repiten cada mes, casi siempre con el mismo monto. No puedes evitarlos fácilmente, porque forman parte de tu día a día. Piensa en cosas como:
- Renta o hipoteca
- Luz, agua, gas e internet
- Transporte o gasolina
- Colegiaturas o guardería
- Seguros o suscripciones mensuales
La clave no está en eliminarlos, sino en revisarlos con lupa. Pregúntate si hay algo que puedas renegociar o ajustar. Por ejemplo, cambiar de compañía de internet, cancelar servicios que ya no usas o buscar alternativas más económicas.
Tener claros tus gastos fijos te ayuda a saber cuál es tu punto de partida. Si tu ingreso mensual es de $15,000 pesos y tus gastos fijos suman $9,000, ya sabes que solo te quedan $6,000 para cubrir el resto sin meterte en problemas.
Los gastos variables: los que se salen de control sin darte cuenta
Aquí es donde la mayoría se tropieza. Los gastos variables son todos aquellos que cambian de un mes a otro. No son malos, pero si no los controlas, pueden comerse tu presupuesto sin que lo notes.
Incluyen cosas como:
- Salidas al cine, restaurantes o bares
- Compras impulsivas
- Viajes, regalos o eventos
- Supermercado (sí, también puede variar mucho)
El truco está en observarlos y darles un límite. No necesitas eliminar tus pequeños gustos, pero sí ponerles un tope. Por ejemplo, destinar $1,500 pesos al ocio y no rebasarlo. Si ya te gastaste esa cantidad antes de quincena, toca quedarse en casa o buscar planes gratis.
Una forma sencilla de controlarlos es anotar tus gastos diarios en una app o libreta. Aunque parezca tedioso, te da una visión clara de en qué se te va el dinero. A veces solo ver las cifras te hace reaccionar.
Cómo usar esta información a tu favor
Una vez que sabes cuánto gastas fijo y cuánto varía, puedes organizarte mucho mejor. Lo ideal es seguir esta fórmula simple:
- Calcula tu ingreso mensual.
- Resta tus gastos fijos.
- De lo que sobra, destina una parte al ahorro (aunque sea poco).
- Con lo que queda, define tus gastos variables.
Este ejercicio te muestra si estás viviendo por encima de tus posibilidades o si podrías ahorrar más. También te ayuda a saber cuándo realmente necesitas pedir un crédito rápido y cuándo basta con ajustar tus gastos.
Si cada mes llegas justo al final de la quincena, no necesariamente necesitas ganar más: probablemente necesitas planificar mejor. Tener claridad sobre tus gastos te da libertad, y esa es la base de unas finanzas personales sanas.
Y si el dinero no alcanza…
A todos nos puede pasar que un imprevisto desajuste el presupuesto: una reparación, una urgencia médica o un gasto extra que no tenías contemplado. En esos casos, pedir un préstamo puede ser una buena opción, siempre que lo hagas de forma responsable.
Si necesitas dinero, la mejor opción es contar con Prestamoenlinea.mx, tu buscador de préstamos ideal en México. Ahí puedes comparar los mejores préstamos en línea, encontrar un crédito rápido y elegir el préstamo personal que mejor se adapte a ti. Así, podrás cubrir tus necesidades sin caer en intereses abusivos ni complicarte con papeleo innecesario.