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Pedir un préstamo personal o un crédito rápido puede parecer una solución
fácil cuando necesitas dinero urgente.
Cómo calcular el costo real de un préstamo con inflación y devaluación en México
Pedir un préstamo personal o un crédito rápido puede parecer una solución fácil cuando necesitas dinero urgente.
Pero si hay algo que en México siempre debemos tener en cuenta —sobre todo cuando hablamos de dinero prestado— es la inflación y la devaluación del peso. Y no, no es algo que solo le preocupe a los economistas o a quienes invierten en la Bolsa. Afecta directamente tu bolsillo. Si estás pensando en pedir un crédito en México, es clave que entiendas cuánto te va a costar realmente devolverlo en este contexto económico.
Vamos directo al grano: cuando pides un préstamo, no solo debes fijarte en el número que aparece en el contrato como “interés”. Ese es solo el punto de partida. El valor real de lo que vas a pagar cambia si la inflación sube o si el peso pierde valor frente al dólar u otras monedas. ¿Cómo lo calculas entonces?
¿Por qué importa la inflación?
Imagina que pides un préstamo personal de $10,000 pesos hoy y lo vas a pagar en 12 meses. Si la inflación acumulada en ese año es del 6%, significa que dentro de un año, con esos mismos $10,000 ya no podrás comprar lo mismo que hoy. Su valor real habrá disminuido. Pero eso no siempre juega a tu favor.
¿Por qué? Porque los intereses del préstamo, comisiones o cargos pueden no ajustarse con la inflación. Tú pagas una cantidad fija (por ejemplo, $900 pesos al mes), pero en términos reales, puede que estés pagando más de lo que esperabas. O al revés: si tu ingreso no crece con la inflación, ese pago mensual será más pesado cada vez.
¿Y qué pasa con la devaluación?
Aquí entra otro factor que muchas veces se pasa por alto. Si el peso se devalúa, todo lo que se importe —desde productos hasta servicios— sube de precio. ¿Y qué tiene que ver esto con un crédito? Mucho.
Primero, algunos préstamos están indexados al dólar o a tasas que se ajustan según la situación macroeconómica. Y segundo, si lo que compraste con el préstamo (por ejemplo, un celular, un electrodoméstico o incluso un viaje) sube de precio, puede que lo que debías pagar ya no te convenga tanto.
Por eso, el costo real de un préstamo en México no es solo el que te dice el banco o la financiera. Hay que sumar la pérdida de poder adquisitivo (por inflación) y el efecto que tenga la devaluación en tus finanzas personales.
Entonces… ¿cómo lo calculo?
No necesitas una calculadora científica, pero sí abrir bien los ojos. Aquí van tres pasos prácticos para tener una idea realista del costo de un préstamo en tiempos de inflación y devaluación:
- Revisa el CAT (Costo Anual Total). Este dato es obligatorio y debe incluir intereses, comisiones y cualquier otro cargo. Pero ojo: no toma en cuenta la inflación futura.
- Compara con la inflación anual estimada. Si el préstamo tiene una tasa del 20% y la inflación esperada es del 6%, el “interés real” sería del 14%. Ese es el dato que te interesa.
- Piensa en términos de poder adquisitivo. Si hoy puedes pagar $1,000 al mes, ¿seguro podrás hacerlo dentro de seis meses si suben los precios de todo y tu sueldo no cambia?
Un truco que puede ayudarte: convierte el monto del préstamo y las cuotas a “valores constantes”. Es decir, ajusta las cantidades a lo que valdrían hoy si la inflación se mantiene como hasta ahora. Esto te dará una mejor idea de si el préstamo realmente te conviene.
¿Y qué hago si ya necesito el dinero?
No se trata de que te paralices por miedo a pedir un crédito. El objetivo de entender todo esto es tomar decisiones con los pies en la tierra. Hay préstamos personales que pueden ser muy útiles, incluso en contextos de inflación, siempre que elijas bien.
Evita préstamos que tengan tasas variables o condiciones poco claras. Y si te ofrecen un crédito rápido con “cero intereses” pero con comisiones escondidas, duda. Compara, pregunta, lee la letra pequeña.
Hoy más que nunca, el mejor consejo es: no te dejes llevar solo por el monto que te prestan, sino por cuánto vas a pagar al final. Porque un crédito barato puede salir muy caro si no haces bien las cuentas.
Y si te parece complicado buscar entre tantas opciones, no te preocupes: para eso está Prestamoenlinea.mx. Es el buscador de préstamos perfecto para quienes viven en México y quieren comparar opciones claras, rápidas y seguras. Así, no solo encuentras el dinero que necesitas, sino también la opción que mejor se adapta a tu bolsillo… incluso en tiempos de inflación.