Pros y contras para liquidar deudas de la tarjeta de crédito con préstamos

15 Febrero 2018

Una tarjeta de crédito es uno de los productos financieros más utilizados por la mayoría de las personas. Hoy en día, no es tan común llevar montos de dinero en el bolsillo, por la simple razón, no es tan seguro, ya que siempre te pueden robar o simplemente puedes perderlo.

Los problemas suelen llegar, cuando acumulamos una deuda en nuestra tarjeta de crédito, ya sea por no controlar nuestros gastos o por un contratiempo económico.

La mayoría de las veces no es aconsejable intentar liquidar un préstamo con otro préstamo. La simple razón por la que no debemos hacer esto, es que siempre debemos acordarnos de que llegara final de mes, y deberemos liquidar dos préstamos en lugar de uno. Intentar ganar tiempo, y pagar deudas con otros prestamos, nos puede perjudicas de una manera muy devastadora.

Una de las opciones, que podemos valorar, es intentar llegar a un acuerdo con el banco e intentar refinanciar la deuda. Los bancos, en muchas ocasiones, ofrecen devolución de la deuda existente en cómodos plazos y mensualidad, incluso sin comisiones y intereses. Lo único que seguramente tengamos la tarjeta de crédito bloqueada hasta la liquidación total de la deuda.

¿En qué momento debemos valorar la opción de liquidar la deuda de la tarjeta de crédito con un préstamo?

Si fuera el caso de liquidar el saldo de la tarjeta, podemos optar por la opción de un minicredito, ya que se consiguen con bastante facilidad y rapidez, y hay muchas ofertas en el mercado.

La mayoría de las veces nos podemos encontrar con situaciones, que nuestra tarjeta de crédito, puede tener unos intereses muy elevados, en estos casos, también nos resultaría mucho más a cuenta, solicitar algún tipo de préstamos personales rápidos. Por la gran demanda que existe ahora en el mercado, de los productos financieros, los prestamistas lanzan ofertas muy generosas, y podemos encontrar minipréstamos incluso sin comisiones ni intereses. Aunque no nos debemos de olvidar, que suelen ser montos muy pequeños y con los plazos de devolución muy cortos.

Uno de los aspectos más importantes en el que nos debemos fijar, es el C.A.T (Costo anual total), en el C.A.T. se incluye la tasa de interés y las costas de las comisiones, tanto de nuestra tarjeta, como el de préstamo que queremos solicitar, y antes de tomar una decisión, debemos ver lo que nos conviene más. Además, por la gran oferta que existe en el mercado, vale la pena realizar un estudio exhaustivo, y no fiarnos solamente de nuestro propio banco, por lo bien conocido que lo tengamos. Existen rankings muy bien elaborados, que nos pueden mostrar las mejores opciones que hay en el mercado por el monto que necesitamos

Es importante solicitar solamente la cantidad real que necesitamos para liquidar la deuda, ya que no nos olvidemos, que sigue siendo dinero prestado, y lo tendremos que devolver.

 

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