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Todos hemos oído historias sobre famosos ricos que firman este tipo de
acuerdos antes de casarse, pero pocos saben cómo funcionan y de qué sirven
los contratos prenupciales, ya que la mayoría de nosotros ni disponemos de
millones de dólares ni poseemos mansiones de lujo. Sin embargo, estos
acuerdos pueden ser muy útiles para cualquier familia, independientemente
del nivel de ingresos.
Los contratos prenupciales en México Por qué son una buena idea
Todos hemos oído historias sobre famosos ricos que firman este tipo de acuerdos antes de casarse, pero pocos saben cómo funcionan y de qué sirven los contratos prenupciales, ya que la mayoría de nosotros ni disponemos de millones de dólares ni poseemos mansiones de lujo. Sin embargo, estos acuerdos pueden ser muy útiles para cualquier familia, independientemente del nivel de ingresos.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía mexicana, por cada 100 matrimonios ahora se registran 27,9 divorcios. Nunca se sabe cómo y cuándo va a cambiar tu situación familiar, y es mejor estar protegido.
Para qué sirven los contratos prenupciales
Una de las cosas que necesitas saber para entender el propósito de los contratos prenupciales, es que en México los matrimonios los regula el Código Civil Federal, y según este código, existen diferentes regímenes de matrimonio:
- La separación de bienes;
- La sociedad conyugal;
- El régimen mixto.
Con la separación de bienes cada uno de los cónyuges se queda con los bienes que ha adquirido antes y después de la boda. Este tipo de regulación matrimonial tiene sus ventajas y desventajas. Un punto positivo es que una persona con muchos recursos se pueda defender de cualquier otra persona que desee quitarle lo que tiene, o gastar su dinero. Pero hay otras situaciones en las que este tipo de contrato es negativo, como cuando el marido trabaja y obtiene ingresos, mientras que su mujer se queda en casa cuidando de los hijos y del hogar. Si hubiera un divorcio entre estas dos personas, la mujer no obtendría nada de lo que el marido ha generado.
En el caso de la sociedad conyugal, la totalidad de los bienes adquiridos tanto antes como después de la boda pasan a ser propiedad común, así como las deudas que puedan existir. Este modelo tiene aspectos negativos. Ponemos el ejemplo de un hombre tiene deudas por haber abusado de préstamos online, no devuelve el dinero a tiempo y se casa, la entidad de crédito puede cobrar la deuda a su cónyuge, por ejemplo, con la vivienda de la mujer.
Es decir, por la deuda (de cualquier tipo) de un miembro de la pareja, los bancos u otras entidades financieras pueden quedarse con la propiedad de otro, aunque fuera adquirida antes de la boda.
Para evitar futuros problemas con cada uno de estos regímenes, la mejor opción muchas veces es elaborar un contrato prenupcial. Este tipo de contrato permite a ambos cónyuges poner condiciones y decidir qué tipos de bienes van a ser compartidos y cuáles no.
Con este contrato se puede regular condiciones de propiedad común y separada, creando régimen mixto que conviene a ambas partes.
Que incluye el contrato prenupcial
El contrato depende de la situación de cada pareja, pero en la mayoría de los casos suele incluir:
- La lista de bienes (muebles e inmuebles) que están en propiedad de cada uno de los cónyuges - con información sobre el valor de los bienes, además de información sobre las deudas que tiene cada uno de ellos;
- Información sobre qué bienes pasarán a ser de propiedad común y qué parte queda en propiedad del cónyuge que la ha adquirido;
- La lista de las deudas ya existentes de ambos miembros de la pareja - hipotecarias, bancarias, microcréditos, etc.;
- Se decide sobre si la sociedad matrimonial responde de todas las deudas, o solo de las que surgen durante el matrimonio;
- Se decido sobre cómo se dividen los bienes adquiridos, productos del trabajo y beneficios generados por ambos miembros durante el matrimonio;
- Se declara quién será el administrador de la sociedad conyugal y que facultades tiene;
- Información sobre el procedimiento en caso de que un cónyuge tenga problemas legales;
- Información sobre el procedimiento en caso de terminación de matrimonio.
Es posible añadir puntos adicionales en el contrato, dependiendo de la situación de cada pareja y siempre teniendo en cuenta y de acuerdo con el Código Civil Federal. En la página web de la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión encontrarás este código con todos los artículos disponibles con la información relevante.
Como elaborar el contrato prenupcial
Como la mayoría de los contratos legales, se firman ante notario y ambas partes deben estar presentes. Y si necesitas ayuda para elaborar el contrato prenupcial, hay muchos despachos de abogados que se especializan en este tipo de acuerdos. El precio puede variar -y mucho- según la situación de cada cliente, si es un contrato estándar o especial o si es necesario adjuntar documentación excepcional.
Es importante saber que el contrato se puede elaborar incluso después de casarse, aunque hayan pasado muchos años desde la boda. Además, es posible realizar cambios en este contrato en cualquier momento de la vida matrimonial, si ambas partes están de acuerdo.
¿Quien necesita el contrato?
Disponer de este contrato es importante para muchas parejas tanto en México como en cualquier país del mundo. Hay situaciones en que este contrato es absolutamente necesario para proteger los bienes y tener matrimonio tranquilo y de confianza, y suele darse sobre todo cuando una de las partes tiene un nivel económico mucho mayor que la del otro. Las más evidentes son:
- Si un miembro de la pareja nunca ha administrado bien sus bienes e ingresos, y eso puede arruinar a su pareja;
- Si los ingresos de las partes se diferencian mucho;
- Si una parte de la pareja tiene muchas deudas y no las puede asumir o no lo ha hecho hasta el momento.
Existen muchos otros casos ya cada situación es individual. Por eso, si piensas que será útil elaborar el contrato prenupcial, hay que hablarlo con tu pareja. Muchas veces se confunde la necesidad de este contrato con la falta de amor o confianza, pero en la realidad es uno de los fundamentos para un matrimonio estable y feliz.
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